La información está
constituida por un grupo de datos ya supervisados y ordenados, que sirven para
construir un mensaje basado en un cierto fenómeno o ente. La información
permite resolver problemas y tomar decisiones, ya que su aprovechamiento
racional es la base del conocimiento.
Por lo tanto, otra
perspectiva nos indica que la información es un recurso que otorga significado
o sentido a la realidad, ya que mediante códigos y conjuntos de datos, da
origen a los modelos de pensamiento humano.
Existen diversas especies
que se comunican a través de la transmisión de información para su
supervivencia; la diferencia para los seres humanos radica en la capacidad que
tiene el hombre para armar códigos y símbolos con significados complejos, que
conforman el lenguaje común para la convivencia en sociedad.
Los datos son percibidos a
través de los sentidos y, una vez que se integran, terminan por generar la
información que se necesita para producir el conocimiento. Se considera que la
sabiduría es la habilidad para juzgar de modo adecuado cuándo, cómo, dónde y
con qué objetivo se emplea el conocimiento adquirido.
Los especialistas afirman
que existe un vínculo indisoluble entre la información, los datos, el
conocimiento, el pensamiento y el lenguaje.
A lo largo de la historia,
la forma de almacenamiento y acceso a la información ha ido variando. En la
Edad Media, el principal acerbo se encontraba en las bibliotecas que se
armaban, funcionaban y se conservaban en los monasterios. A partir de la Edad
Moderna, gracias al nacimiento de la imprenta, los libros comenzaron a
fabricarse en serie y surgieron los periódicos.
Ya en el siglo XX,
aparecieron los medios de comunicación masiva (televisión, radio) y las
herramientas digitales que derivaron en el desarrollo de Internet.
Cibergrafía: http://definicion.de/informacion/